Por Roberto Pichardo
¿Cómo no recordar el dolor de
muelas de Pachuca el torneo pasado? E incluso el anterior a ese, la ofensiva
era el talón de Aquiles de los Tuzos. La contundencia era muy floja al momento
de concretar jugadas y anotar. Hoy la historia es distinta, puesto que ya se ha
prosperado en el sector alto de la formación. Ahora queda reforzar el cuadro
bajo, la que debe ser una muralla impenetrable: los defensas.
Recordaremos que Pachuca anotó 15
goles en la pasada campaña. Al día de hoy, tras ocho jornadas disputadas, se
registran 9 anotaciones. A estas alturas, en el torneo pasado se llevaban 7
dianas y nuestro goleador, Felix Borja, registraba 2 tantos. Hoy, Darío Carreño
comienza a escribir su nombre en la historia de Pachuca como goleador, anotando
cada 180 minutos, cosa que no se lograba en un jugador desde Darío Cvitanich en
2010. Además, se tiene la contribución al frente de hombres como Héctor
Herrera, Daniel Ludueña, Christian Suarez, Avilés Hurtado y Ángel Reyna, este
último cumpliendo con las expectativas y dejando a un lado su pasado polémico
en cuanto a disciplina.
En fin, los arietes cumplen con
su trabajo. Pero, ¿qué hay de los defensores? Los cuatro hombres al fondo que
deben evitar el gol a toda costa, más allá del portero. Hoy por hoy, el que
debería de ser la cabeza del equipo no atraviesa su mejor momento, ni el más
parecido espejismo a ello. ¿Cuánto más se le tolerará a Paulo Da Silva? O mejor
dicho, ¿quién será el que le hará la competencia por un puesto titular y por el
gafete de capitán?
Gabriel Caballero nos ha mostrado
que en su esquema nadie tiene un lugar seguro. Es un orgullo ver que un joven
procedente de Titanes de Tulancingo llegó con un sueño a Pachuca, y hoy, le ha
quitado el puesto en el once inicial a un campeón olímpico, y no solo eso, ha
respondido exitosamente. Miguel Herrera Equihua fue el primer ajuste realizado
por el ‘Eterno’, al sentar a Néstor Vidrio para que el ex Titán mostrara su
potencial y llegara a la titularidad primero que Javier Ledesma, su competencia
directa por el puesto.
Otro ajuste sorpresivo ha sido el
de Fernando Navarro, joven procedente de Rayados que logró sentar a Óscar
Rojas, experimentado jugador que domina ambas laterales. Desafortunadamente,
Navarro no ha estado a tono con las exigencias de los encuentros que ha
disputados, puesto que ha provocado dos penaltis, sin mencionar los espacios
libres que dejó el pasado viernes ante Morelia. Señales de nerviosismo se hacen
notar en el jugador.
A mi parecer, la alineación
‘Rojas, Vidrio, Equihua, Arreola’ no es tan descabellada. Sabemos de la
capacidad de los jugadores, y Paulo Da Silva ha quedado a deber. ¿Será la
solución el regreso de Rojas y el banqueo de Da Silva? ¿Es la defensiva lo que
verdaderamente necesita pulirse?
Dejo la respuesta en sus manos.