domingo, 24 de marzo de 2013

Si yo fuera el capitán tuzo...

Por Roberto Pichardo

¿Cuántos no nos hemos puesto al borde de la butaca o frente al televisor y gritado ‘¡Córrele!’ ‘¡Pégale!’ ‘¡Pásala!’ ‘¡No lo dejes!’? ¿Cuántos no hemos dicho ‘si yo fuera el capitán…’ ó ‘si yo fuera el técnico…’? Todos, en algún momento, hemos querido meternos a la cancha y jugar por nuestro equipo, o filtrarnos en el vestidor para darle un “speech” motivacional o simplemente regañar a nuestro equipo.

“Con 7 años de edad, Y con una familia Puma, salí diferente, mi destino era ser Tuzo...”. Con estas palabras y una gran colección de artículos del Pachuca, fue como Daniel Quiroz ganó la oportunidad de ser el capitán tuzo por un día, en un concurso realizado por la Liga MX bajo el hashtag #AsíQuedéLigado.

Una situación suscitada el pasado sábado ante  Puebla que marcó la vida del joven, puesto que se le obsequió una playera autografiada con su nombre y la leyenda ‘capitán x 1 día”, además de estar presente en el calentamiento, en el vestidor y en el sorteo inicial. Este gran reconocimiento me sirvió como excusa para preguntarme y preguntarte: Si fueras capitán tuzo, ¿qué harías?

Nunca es malo echar a volar la imaginación y ponernos en el terreno de juego, con nuestro número favorito en la espalda y una cinta en el brazo que nos distinga de los demás jugadores. Ser la cabeza del equipo y ver siempre por el bien del mismo dentro y fuera de la cancha.

En lo personal me emociona mucho el pensar todo lo que vivió Daniel Quiroz, lo que le pudo haber dicho a los jugadores, la forma en que los pudo motivar, es increíble. Si hubiera sido yo el que estuviera adentro, con los hombres que me hacen amar los colores, ir a apoyarlos cada quince días y escribir estas líneas, hubiera recordado toda la gloria que ha logrado mi equipo, en conjunto, con el pasar de los años. Les hubiera recalcado la enorme figura y leyenda que tienen como entrenador, así como los guardianes celestiales que portan los dorsales 20 y 1 en las alas. Asimismo, les habría aplaudido por todas las emociones que he vivido en el torneo en curso, y de antemano agradecerles por las que me falta vivir. Decirles que nunca deben de perder de vista el triunfo, y sobre todo, marcar en sus corazones un bonito recuerdo como ellos en mí han marcado tantos.

Ser capitán por un día, un sueño, una oportunidad única. ¡Cuántas cosas no haría y diría! La expresión de Paulo Da Silva al estar con el muchacho Daniel lo dice todo: haz llegado a refrescar el vestidor, a llenarnos nuevamente de alegría, y nos haz recordado el verdadero significado de la camiseta.

Si yo fuera capitán tuzo, el equipo se enamoraría de Pachuca.



domingo, 17 de marzo de 2013

Triunfos a lo Pachuca


Por Roberto Pichardo

Lo vivido anoche es lo único que faltaba para regresar a aquel Pachuca que lo conquistó todo: torneos, representaciones, y por supuesto, nuestros corazones.

He vivido lo suficiente como para saber que Pachuca es de esos equipos que cuando salen enchufados y verdaderamente determinados a vencer, no importa que llevemos 93 minutos de juego, ellos lo harán nuevamente, anotarán. Y es que dos goles en menos de cinco minutos mantienen al borde de la butaca a cualquiera, con la expectativa y alegría de un triunfo seguro que, tan solo unos instantes antes, se veía como un oasis en medio del frío.

Hablando del partido de anoche, podemos resaltar que la gente llegó con poco ánimo, algunos molestos por el resultado del miércoles, los demás congelados por el clima tan cambiante de la Bella Airosa. De una u otra forma, pero no iban tan contentos a apoyar al tuzo como de costumbre. Al término de la primera mitad se hizo notar su descontento. Sabían que el gol fue un error de desconcentración, puesto que un futbolista debe de estar atento y con los ojos en el balón en todo momento. Ni hablar, fue un error que costó el desánimo de todos en lo que restó del primer tiempo.  

Para la parte complementaria, con un Avilés Hurtado que ingresó más participativo que su compañero Suarez, las llegadas comenzaron a suscitarse. Tampoco hay que minimizar al rival, que no mostró mayor indicio de desgaste por haber jugado la mayoría entre semana, además de que supieron mantener unas líneas firmes al mero estilo de Lapuente.

En fin, Pachuca gana 2-1 con anotaciones al 89’ y 92’. Un partido que me provocó una emoción similar a la tan recordada diana de Edgar Benítez en la final de la Concachampions. Donde se fue la luz en toda la ciudad y la mayoría dimos por descartada la victoria tuza, y que, para sorpresa de todos, la energía eléctrica regresaría justo en el momento de premiación. Cruz Azul estaba en la pantalla del televisor, arriba del podio, recibiendo medallas con sabor tan amargo como sus rostros. De inmediato, una repetición del gol fue analizada por los comentaristas por enésima vez. Desde ese momento, puedo decir que he visto ese gol más de 20 veces, y me causa tanta emoción y alegría como si hubiese sido yo el descamisado que corría por todos lados con la alegría de mil goles.

Los tuzos lo han hecho de nuevo, como lo hicieron con Benítez en Concachampions, como con Arreola, Cejas y Bueno contra Toluca, y ahora, Carreño y Reyna pasan al baúl de los recuerdos, de aquella noche helada en la Cuna del Futbol, donde se luchó hasta el final y se consiguieron tres puntos que saben a seis.
¡Gracias Pachuca, lo volviste a hacer!


sábado, 9 de marzo de 2013

TUZO RENOVADO, QUIERE SOBRESALIR


Por Roberto Pichardo

Las palabras de Gabriel Caballero el pasado jueves se han quedado muy grabadas en mi cabeza: “El equipo quiere ganar y ser protagonista”. ¿Acaso hay frase mejor para motivar a toda una hinchada que espera ver la gloria de regreso en ‘La Bella Airosa’?

Bien sabíamos todos que con la llegada del ‘Eterno’ al banquillo las cosas cambiarían, ya habría una verdadera razón para jugar. Ahora el balón rueda en pro de los tuzos porque todo aquel que ha llegado, que ha permanecido o que ha debutado con Pachuca para el Clausura 2013 quiere crecer, quiere brillar, y sobre todo, quiere poner en alto los colores que defiende. Así es, paso a paso.

Uno de los ejemplos más claros es el de Ángel Reyna. El jugador tiene un gusto por jugar con Pachuca que se hace notorio desde que toca su primer balón. Al salir del entrenamiento, a pesar de que va corriendo al médico, se va riendo felizmente y ofrece breves pero sinceras disculpas a la prensa que aguardaba para abordarlo. En fin, él mismo ha dicho que quiere vestir el dorsal número 11 del equipo hidalguense por un buen rato, y yo no dudo que las circunstancias se presenten y Reyna se quede.

Con Fernando Navarro aprendí que persona que se planta en la Universidad del Futbol persona que se deja maravillar por las innovadoras instalaciones. Hay un antecedente bastante extenso de jugadores que llegan a Pachuca y se quedan perplejos al ver que llegaron al centro deportivo más novedoso de los clubes mexicanos. ¿Así cómo no se entrena a gusto?

Estoy seguro también de que no soy el único aficionado de Pachuca que siente una enorme alegría al ver a su equipo festejar como lo que es, un equipo. Cae el gol y todos corren a abrazarse y soltar una que otra ‘coreografía’, y está bien, porque saben y sabemos nosotros que todo está en calma y paz en el vestidor. ¡Que orgullo como fanático!

A mi parecer, Caballero era el eslabón perdido en la cadena de alegría tuza. Ahora, todos recuerdan a Calero, Cacho, ‘Chaco’, Damian, Aquivaldo, Correa, Caballero y Chitiva. Los líderes del ayer son la inspiración de hoy para las leyendas del mañana. Reyna, Hachita, Cota, Carreño, Herrera, Hernández, ¿quién dice que no pueden ser las próximas estrellas en el equipo Pachuca? Ahora que todos están con esas ganas de trascender en conjunto e individualmente podemos estar tranquilos, ya que, hoy por hoy, Pachuca es un equipo, una familia, un sentimiento. No solo para mí y para ti, sino para ellos, los que gritan ‘gol’ más fuerte que nadie.


domingo, 3 de marzo de 2013

Algo ocurre en la FEMEXFUT


En esta ocasión se abordará un tema que afecta a todos los equipos de México, no solo a nuestros Tuzos. Háblese de sanciones o ausencia de las mismas, prohibiciones parciales o deterioro del espectáculo, pero algo sucede en esta organización de personas que, supuestamente, deben ser responsables del correcto desarrollo de este hermoso deporte llamado balompié.

Si bien el “divorcio” aparentemente innecesario entre la Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol Asociación, así como el cambio de alineación en la dirección general de la última, generó polémica entre especialistas y uno que otro aficionado entrometido, lo que hoy sucede en torno al futbol mexicano, llámese como se llame, está en aprietos, puesto que cada vez más son las personas que muestran su desagrado ante los diversos cambios realizados en el que debería ser un espectáculo.

En estos momentos, el descontento gira en torno a la violencia que se hace presente frecuentemente en los estadios. Hay quienes piden sanciones ejemplares para los responsables; otros, piden un auténtico veto en los estadios para crear conciencia; y una minoría incluso acusa a las porras de ser responsables e incitar al desastre, e incluso, se pide la disolución de las mismas.

América acató de manera respetuosa el veto para las porras el pasado sábado, lo cual está bien. Mientras tanto, Chivas sólo recibió una advertencia de veto por apedrear a los aficionados de León hasta la caceta. ¿Acaso es coherente? Mi protesta aquí está en que las medidas deben de ser proporcionales y severas. Bien se mencionaba en la televisión, “los únicos afectados son las personas que van con sus familias a ver un partido de futbol”. El temor los llena de dudas, y por consecuente, no van. ¿En dónde está el espectáculo?

Regresando a Pachuca, hablemos sobre la prohibición realizada a Ángel Reyna. El día jueves se envió un comunicado a Ángel Reyna prohibiéndole festejar como luchador, misma que se anuló al día siguiente. Haciendo análisis, dicha prohibición puede ir encaminada a evitar una posible lesión para el jugador, y eso está bien, finalmente se ve por su salud. Sin embargo, creo que debe de ser el equipo y cuerpo técnico, que lo ve entrenar y practicar dicha “coreografía” cada semana, quienes decidieran si es seguro y prudente que lo realice o no, y de no cumplir la orden o lesionarse realizándolo, sancionarlo de forma justa.

A mi parecer, son detalles como éstos, además de varios otros, los que, como diría el propio Reyna, “están terminando con la alegría del futbol”. El balompié nacional, y también el internacional, debe tratarse de vivir, gritar, saltar, apoyar, reír y disfrutar el espectáculo de forma sana y respetuosa, porque sí, sí se puede. No hay por qué privar a nadie de vivir el futbol a su gusto si no falta al respeto, así como no hay que tolerar el anti futbol dentro y fuera de la cancha. De otro modo, ¿cómo esperan que ‘sienta mi liga’?