Por Roberto Pichardo
Para Pachuca el torneo ya llegó a su fin, sin embargo, ya se
ha dado de qué hablar. El día jueves fue anunciado el hecho de que Óscar Pérez,
legendario portero de 40 años de edad, se convertía en el primer refuerzo tuzo.
¿Bueno? ¿Malo? A continuación les expondré mi postura.
Primero que nada sé que a muchos no les agradó la idea de un
portero veterano habiendo grandes opciones como Miguel Pinto, Cirilo Saucedo o
Federico Vilar. Y bueno, a un servidor tampoco le agradó mucho la idea en un
principio, sin embargo sabía que debía sentarme a analizar la situación con un
criterio amplio y fuentes de información.
Óscar Pérez no es apodado “conejo” por haber surgido y
pertenecido a Cruz Azul por muchos años, sino por poseer un auténtico resorte
en los botines que compensa su baja estatura. Con 20 años de carrera, tres
goles marcados, más de 50 partidos con la Selección Mexicana y una carrera
llena de éxito individual y colectivo, llega a nuestro equipo una leyenda
viviente. Exhorto al lector a reconsiderar su postura frente al nuevo arquero
tuzo, puesto que a un servidor le tomó un video de 2:36 minutos el reconocer y
aceptar que Óscar Pérez es, mucho más que un veterano, un guerrero, un ejemplo
para todos los porteros de México y Latinoamérica, y ahora es también un
orgullo tenerlo como parte de la institución centenaria.
Ese es un aspecto, ahora analicemos la otra cara de la
moneda. ¿Qué pasará con Rodolfo Cota? Con 25 años de edad, 12 goles en su
carrera, participación con Selección sub-20 y el más grande tutor en su
formación, el canterano tuzo posee cualidades excelentes que lo colocan como
uno de los mejores jugadores del año futbolístico para Pachuca. Sin embargo,
hay algo que sucedía con Cota en las últimas jornadas que provocaba el
descontento de la gente. Parecería que el guardameta, la cara dura de un
equipo, se doblegaba frente a la ola negativa que azotaba a la escuadra
blanquiazul, cuando debería ser un pilar firme de principio a fin.
Hay diversos factores que podrían haber influido en el
descontento de la afición, como fue la baja de juego (que se dio de forma
general en el plantel), el inminente equilibrio entre errores y aciertos o
incluso la ausencia de carácter. Hay que decirlo, el portero es –o debería de
ser- uno de los hombres de mayor jerarquía y liderazgo en el terreno de juego.
Es el arquero el que tiene la vista panorámica de lo que ocurre en el campo, y
por ende, debe ser el director de la orquesta de buen futbol. Si bien no todo
es responsabilidad de Cota ni tampoco es su culpa el adoptar una postura firme
y madura frente a su equipo también es imposible dejar pasar un factor clave:
Miguel Calero. La partida repentina del máximo ídolo tuzo dejó mermada a toda
una institución que lloró, sufrió y negó su frío adiós. Si bien Calero había
dejado un legado en el equipo, como es su “hijo prodigio” Rodolfo Cota, éste
tenía muchas cosas por aprenderle a su profesor estrella.
Al hablar de Miguel Calero como factor en la aparente baja
futbolística de Rodolfo Cota se menciona no solo lo que le faltó por aprender
al juvenil, sino la inmensa sombra con la que él y todos los porteros que el
futuro ponga en Pachuca deberán lidiar. Calero en 10 años lo hizo todo, lo gano
todo, lo vivió todo y nosotros con él. Es obvio que la gente espere cosas
similares con cualquiera que se ponga los guantes y se pare a defender el marco
tuzo, y más si se trata del pupilo que el mismo Miguel escogió.
Una vez considerando los puntos anteriores podemos concluir
que Óscar Pérez es un hombre capaz de defender con liderazgo y profesionalismo
la portería de Pachuca. Comparar los números de Cota con los de Pérez es
completamente fuera de lugar, así como hablar de las condiciones individuales y
experiencia. Puede que no haya sido la
mejor de las decisiones, pero en el papel pinta como una contratación acertada,
y a pesar de que el futuro de Cota es incierto, les puedo afirmar con toda
seguridad que lo que sea que le depare el destino al cancerbero que debutara en
2007 será lo mejor para él como futbolista y como persona.
Suerte y éxito para ambos, estamos con ustedes.