domingo, 30 de junio de 2013

Copa Telcel: Lo que aprendimos


Por Roberto Pichardo

A mi parecer, hay muchos puntos rescatables después del desafortunado desenlace que la Copa Telcel tuvo en contra de los Tuzos. Y es que los hidalguenses volvieron una vez más a la acción con una plantilla que, por tercera campaña consecutiva, ha sido depurada y refrescada, y que en el papel, la tercera pinta para ser la vencida.

Nueve hombres se pusieron el casco minero para buscar el oro que ha dejado bajo suelo la historia del club, y que tanto extraña su gente. Hombres como Pérez, Estrada, Riascos, Ayoví, Cortés y Arce llegan para aportar su granito de arena tras una serie de antecedentes favorables. Otros como Marco Pérez y Juan Rojas llegan por su revancha deportiva. Los demás como Damm, Calderón y Rashiv tienen el objetivo de aprender y retroalimentar a sus compañeros con grandes aportaciones a la identidad del equipo. Cabe destacar la “segunda oportunidad” otorgada a gente como Cavenaghi, Suarez y Ludueña, este último con la responsabilidad de poner el órden al frente.

En fin, un nuevo cantar para Pachuca que dio sus primeras notas en una discreta pero reñida competición de menos de una semana de duración. El enfrentar a Club León ya no es cualquier cosa, le pese a quien le pese. Desde el momento en el que estos dos cuadros se convierten en “hermanos” o “primos”, surge una rivalidad en el subconsciente de los involucrados. En los jugadores, la experiencia de muchos de haber jugado para ambos equipos; en los espectadores, el coraje que provoca la comparación entre los de Grupo Pachuca por parte de los medios. Una lucha de poder a poder que terminó por significar el bicampeonato de La Fiera en este pequeño torneo.

Y uno que tiene la oportunidad de ver lo que la gente opina y se encuentra con comentarios pesimistas, vaya, obliga al análisis serio y profundo. En primer lugar, creo que uno de los errores de Gabriel Caballero en esta dichosa final fue comenzar con el que seguramente será su “once ideal” para el Apertura 2013 para concluir el tiempo regular con todos los suplentes, sin considerar la inminente posibilidad de la tanda de penales. Seamos honestos, Ludueña es mejor cobrador que Rojas, por mencionar un ejemplo.

El segundo punto a recalcar es la actitud de algunos refuerzos. Me sumo a las personas a las que se les puso la piel de gallina al ver a Cortés encarando a los rivales en señal retadora. Recordemos que en partido contra Puebla fue de los primeros en poner el desorden, siendo capitán en ese momento. Así mismo, quiero suponer que Duvier Riascos necesita entrar en ritmo para sudar la camiseta, y que la razón de su apático juego haya sido la precaución de evitar lesiones en un partido no oficial.

Por último, los exhorto a reflexionar lo siguiente: Pachuca tuvo tres capitanes en dicho torneo: Ludueña, Cortés y Pérez. ¿Quién de ellos se podría desempeñar mejor como el mandamás en cancha de los Tuzos? Sobre todo considerando que, a pesar de que hay muchos jugadores nuevos, no se vio un verdadero equipo de Pachuca pisando el césped del Nou Camp.