domingo, 29 de septiembre de 2013

¡Ay, Duvier!




Por Roberto Pichardo

Entre los aficionados, prensa interna y demás interesados, uno de los temas más comunes a tratar cuando se habla sobre los Tuzos del Pachuca es la figura Duvier Riascos. ¿Acaso es figura porque no se mueve? ¡Pero claro que se mueve señores!

A inicios de semana, el jugador expresó su sentir por el medio que mayor morbo puede provocar: las redes sociales. Respondiendo unas cuantas menciones en Twitter y sentenciando un mensaje claro hacia todo aquel que le critica, Riascos estalló en 140 caracteres llenos de obscenidades y rabia acumulada.
Los medios de comunicación aguardaron a que se confirmara o desmintiera un posible hackeo de la cuenta, como frecuentemente sucede. Sin embargo, la directiva del Club Pachuca anunciaría tiempo después que no existió dicho hackeo.

Duvier Riascos se disculpó públicamente y en su cuenta de Twitter, al tiempo que aceptaba una sanción “ejemplar”, tal y como dicta la política de la institución a la que pertenece. Lo que un servidor cuestiona repetidas veces es ¿acaso será suficiente una multa económica para reformar al polémico futbolista d los Tuzos?

Semana tras semana he hecho misma afirmación: “Riascos no merece formar parte del once titular”. Enrique Meza no es cualquier sujeto. Conoce a sus jugadores por muy poco que lleve entrenando con ellos, sabe de lo que son capaces y también está consciente de lo que el equipo necesita. Sin embargo, en momentos en los que la fiesta grande del futbol mexicano parece ser una ilusión por tercer torneo consecutivo, desearía con todas mis fuerzas que en Pachuca las cosas fueran distintas.

¿Quién dice que las jerarquías deben respetarse? Si algo me ha enseñado Pachuca en tiempos recientes es que de nada te sirve vivir del pasado, porque ya ocurrió. Vívelo en el momento, mañana ya no valdrá lo mismo. Cada torneo es la oportunidad para 18 equipos de escribir una nueva historia, y los Tuzos se las han arreglado para escribir caricaturas y demás comedias.

Hablando de los jugadores, es inconcebible que se les encuentre en una zona de confort. Piensan que por el hecho de haber firmado un contrato multimillonario tienen el puesto asegurado, pero no debe de ser así. Tenemos el caso de Miguel Herrera, técnico del América. En cuanto un jugador afloja, hay dos o tres más listos a tomar el puesto. En cambio, los nuestros mantienen las jerarquías de jugadores incompetentes y el bello producto es ligar 10 partidos sin ganar, ni aquí ni allá. Cero contundencias.

Al ver la táctica de Miguel Herrera, vaya, ¡cómo quisiera que mi equipo jugara así! Presionar a los jugadores para que compitan a muerte por el puesto, y así, suden la camiseta como siempre debieron de haberlo hecho.

Riascos lleva dos anotaciones en el Apertura 2013, cuando, a las mismas alturas del certamen llevaba 5 dianas y una asistencia con Xoloitzcuintles en el torneo pasado. Números que en realidad son bajos en ambos casos, pero que por lo menos se veía idea e intenciones por parte del jugador en su paso por Tijuana.

¿Hasta dónde podrá llegar Duvier Riascos con Pachuca, para bien o para mal?


   

domingo, 22 de septiembre de 2013

Contra la inercia



Por Roberto Pichardo

¿Hace cuánto que a Pachuca le comenzaron a arrebatar el triunfo en el último minuto? A veces incluso el empate. Desde la era sombría de Hugo Sánchez, atravesando por la decepcionante etapa de Gabriel Caballero y ahora en la revancha del que al Tuzo bañó en oro. Enrique Meza comienza a ser víctima del mal que el equipo centenario padece desde hace ya vario rato. En todas las circunstancias de la vida, es más sencillo atraer lo negativo que lo positivo, y el síndrome que sufre Pachuca de no poder ganar. Y no solo eso, sino de recibir anotaciones de último minuto, comienza a poner en predicamentos al nuevo timonel hidalguense.

Entre semana se consiguió una victoria importantísima en el aspecto anímico. Olvidemos por un momento el contexto, no digamos que fue en la Copa MX, es un torneo que, para un servidor, no tiene valor alguno. Sin embargo, uno de los objetivos de dicho certamen fue aprovechado por los nuestros en el enfrentamiento ante Tiburones. Una victoria contundente de 4 goles a 0 que Pachuca no lograba desde hace varios meses nos puso a reflexionar a muchos. ¿Qué demonios está haciendo Duvier Riascos en el once titular de la Liga? Se pregunta un servidor, de nueva cuenta. Suplico desde el fondo de mi corazón que Darío Carreño esté listo para disputar el próximo partido de la Liga Bancomer MX como titular. Un doblete con la sub-20 y una diana más en la Copa, nos habla de que Pachuca tiene un hombre ejemplar entre sus filas.

Ahora, regresando a lo acontecido anoche, simplemente puedo decir que fue un empate justo. Justo para los once hombres que lucharon en la cancha en condición de visitante, con el clima como factor relativo y con la suerte aparentemente en su contra. Los Tuzos se vieron de manera temprana adelante en el marcador, como tenía un tiempo sin ocurrir. Lo que sí es más que típico es que salieran a defender el golecito que los tenía con la ventaja parcial. El que no arriesga, no gana, e incluso puede perder lo que tiene.

Para quienes no fue justo el empate fue para las 23.000 personas que se dieron cita en el inmueble de la capital hidalguense. Salir con la mirada en el suelo, reprobando lo que ha vuelto a suceder una vez más y considerando que han perdido 90 minutos de su vida. Las críticas son muy duras, y sé que más de un lector se ha identificado con estos sentimientos.

En fin, Enrique Meza tiene frente así un par de retos. El primero de ellos es no ser víctima de la inercia. Romper ese mal ciclo que inició desde su partida en 2009 y que sus predecesores solamente han alargado y aplazado. El segundo reto será escoger a sus jugadores. Reconocer a quienes no merecen formar parte del once inicial y, con la frialdad que la profesión demanda, sentarlos para que su lugar sea ocupado por gente más fresca y con ganas de triunfar. ¿Qué los jóvenes no rinden? Pregúntenle a Carreño, Damm, Pizarro y Bueno, seguramente tendrán algo qué decir.


domingo, 15 de septiembre de 2013

Llueve sobre mojado


Por Roberto Pichardo

Valga la expresión del título en el doble sentido. La Voz del Huracán se ha convertido en una crónica respecto al progreso del equipo en su camino a la gloria. Y es que las cosas suelen ser las mismas o muy similares cada semana. Eso sí, hay que tener los cinco sentidos en el partido para darse cuenta que la mano de Enrique Meza comienza a hacerse presente.

Cada semana se ha hecho habitual para un servidor hablar sobre lo ocurrido el día anterior en el terreno de juego cuando el Tuzo hace rodar el balón, y está bien. El proyecto que llevamos a cabo en estas semanas es de seguir, con mucha cautela, la evolución de nuestro equipo para sacar conclusiones en la Jornada 17. Ya no se trata de criticar por que sí. En fin, ya hablé mucho de mí.

Respecto a lo que vimos anoche en el Tecnológico, podemos decir, en primer término, que las condiciones climáticas tan deplorables para un partido de futbol no son excusa alguna para justificar el resultado final. Todos juegan en la misma cancha. Así mismo, decir que la igualada pudo ser posible, ya que el gol de Cardozo fue un auténtico regalo del destino, pese a haber sido un golazo. Así también, el empate estuvo muy cerca, ya que Pachuca adelantó líneas y puso en aprietos a la zaga local en los últimos diez minutos de juego.

Pero, ¿por qué en los últimos diez minutos de juego? ¿Por qué no todo el partido? Llegó un momento en el que Pachuca no tuvo idea de qué hacer con el esférico en los botines, esto desde el arranque de la segunda mitad hasta casi tres cuartos del tiempo regular. Podrán decir que un juego de “waterpolo” no te da para más, y puede que tengan razón, el reflejo de ello es el resultado: una sola anotación. Sea cual sea el motivo, la actuación de los Tuzos en el norte del país me deja con algunas cosas por resaltar.

Supongo que no soy el único que extrañó a Rodolfo Pizarro en el campo. Desconozco las razones por las que el juvenil no tuvo actividad en esta oportunidad, pero creo que pudo haber sido, por lo menos, un relevo con mucha llegada al frente. Tal es el caso de Jürgen Damm, quien se reúsa a soltar la titularidad con actuaciones favorables. Anoche, el de ascendencia alemana explotó las ocasiones que tuvo el balón, desbordando la banda derecha con estupenda velocidad y frescura.

Tendré que comerme el orgullo y señalar que Duvier Riascos tuvo una mejoría en el campo. Se le ve mucho más participativo al tener el balón, y parece que poco a poco recupera la memoria y se acuerda de cómo jugar al balompié. No así Cavenaghi, que sigue sin incrementar su cuota de goles cuando se esperaría fuese el goleador blanquiazul.

Da gusto ver a Walter Ayoví y a Daniel Arreola levantar la mano para cobrar tiros libres. Mientras el primero casi anota, el segundo ha recibido consejos del profe Meza y tiene ganas de ponerse a prueba a sí mismo frente a su gente. No obstante, esperemos que la lluvia haya sido la causa de que Daniel Ludueña cobrara ineficientemente la mitad de los disparos a larga distancia.

Lo que angustia a un servidor es la banca. Un cambio forzado y dos más que, posiblemente, pudieron haber sido mejor aprovechados. Me hubiera encantado ver a Pizarro, Marco Bueno e incluso Abraham Carreño en el cambio, supliendo a alguno de sus compañeros. Creo que la plantilla y las condiciones te demandan cambios más revulsivos. Pachuca necesita un “talismán”.

Enrique Meza regresó a Pachuca, la que llama “su casa”. El hambre de victoria la tienen todos, los Tuzos no ganan desde la Jornada 2 y se les comienza a escapar la liguilla. Sin embargo, el “Ojitos” no trabaja con presiones, sino con hechos. La primera vez le llegó una derrota tras otra, y cuánto nos dio al final. En términos generales, Pachuca comienza a revivir, poco a poco.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Gracias "Eterno", bienvenido "Ojitos"



Por Roberto Pichardo

No creo conocer una palabra tan poderosa y significativa como “gracias”. A veces es solo una costumbre decirlo cuando alguien hace algo por ti, pero cuando en realidad lo sientes, dejas la puerta abierta a cosas mejores.

¿Qué por qué digo esto? Porque la experiencia vivida con Gabriel Caballero como Director Técnico de los Tuzos fue, pese a los resultados negativos, insólita y agradable en algún momento para todos. De un día para otro, Hugo Sánchez fue destituido como timonel de Pachuca, al tiempo que se anunciaba al “número 8” como el sustituto del “Macho” en el banquillo blanquiazul. Cuando la noticia llegó a oídos de un servidor, debo decir que mi cabeza explotó con la cantidad de anhelos y expectativas generadas. Sin embargo, las cosas no ocurrieron como yo pensaba.

El deseo nos ciega incluso de la lógica. Hablamos de un hombre que nunca había dirigido en el máximo circuito del futbol mexicano, y que salía a dar la cara por una versión adolorida y frustrada de Pachuca, la otra cara de la moneda que él conoció como jugador. Aprendiendo sobre la marcha se llevó un mal sabor de boca, que solo pudo ser resuelto dando un paso al costado.

Todos recordamos con cariño a Gabriel Caballero, el mediocampista que con Pachuca lo ganó todo, que a Pachuca le dio todo. Un hombre que en cancha supo decir “me voy en la cima” y colgó los tenis para no volver a vestir el número ocho en la espalda nunca más. Ahora, supo decir “gracias” a la oportunidad y respaldo que todos le dimos, que todos apoyamos, y sin embargo, que muchos recriminamos por la ausencia de actitud. No todo fue culpa de Gabriel Esteban, sin embargo, dejó el banquillo como los grandes, bajo buenos términos y siempre agradecido con todos los que aplaudimos su llegada a Pachuca, tanto al campo como al banco.

Gracias Gabriel Caballero, leyenda tuza.

Ahora, llega en su relevo y rescate de un equipo necesitado de fe y resultados, un hombre que con Pachuca lo ganó todo. El Profesor Enrique Meza Enríquez vuelve a casa con hambre y deseos de triunfo. Consciente de que su gente lo necesitaba, no lo pensó dos veces y en unas cuantas horas ya se encontraba plantado en la cancha del Estadio Hidalgo, donde tantos trofeos levantó, para decirle a sus nuevos pupilos “vamos a hacer las cosas bien”.

Eso sí, unos cuantos días de entrenamiento como equipo no van a bastar para ver la mano de Meza en el equipo. Un empate aburrido e insípido ante Pumas es el resultado de la mala racha que, poco a poco, se drena de la mente y cuerpo de cada uno de los que llevan el escudo de Pachuca en el corazón. Sin embargo, los entrenamientos ya dieron de qué hablar en cuanto a los consejos de éste hombre que tanto tiene que aportarle a nuestro equipo.

En fin, estamos siendo testigos de la revancha de Enrique Meza con Pachuca, y digo revancha porque un hombre que tanto ganó en tan poco tiempo siempre tendrá ganas de más. Esta afición tiene ganas de más. Siendo realistas, es una idea un poco descabellada pensar que Pachuca volverá a tener una época tan mítica como la de la pasada década, y más en un corto plazo. Pero vamos, si ya se logró una vez, ¿quién dice que no puede haber más?

De Pachuca esperamos mucho, y con Meza en el banquillo, aún más.



domingo, 1 de septiembre de 2013

Equipo en crisis


Por Roberto Pichardo

Las jornadas pasan y los Tuzos pareciera no caminan ni a empujones. Ahora fue Monarcas quien no tuvo piedad con los nuestros y acribillaron el marco defendido por Óscar Pérez, siendo efectivos en cuatro ocasiones. Gabriel Caballero fue jugador estrella de Pachuca, una leyenda, pero esos días ya terminaron. Qué más quisiera él que meterse al campo a enseñarles a sus pupilos cómo eran las cosas en sus tiempos, los tiempos de gloria. Sin embargo, las cosas no son así. Hoy por hoy, el Club de Futbol Pachuca se las está viendo duras. No hablemos de Caballero, él solamente es el técnico. Lo que tenemos en frente es una crisis a nivel institución.

Desde hace ya tres años Pachuca no disputa una final, y cómo no nos va a tener incómodos si la costumbre era verlos pelear más de un torneo de categoría a la vez. Es muy sencillo centrar las críticas en torno al técnico, finalmente, es el único integrante del plantel que con un chasquido puede ser despedido y sustituido al instante. Ahora, si analizamos la plantilla del equipo y nos hacemos una pregunta tan sencilla como “¿quién es la actual figura de los Tuzos?”, les aseguro que no habría respuesta.

Recientemente se cumplió un año de la asociación con América Móvil de Carlos Slim. El multimillonario mexicano nos da una probadita de la situación mexicana con los monopolios. A raíz de su llegada, Grupo Pachuca ha buscado mayor amplitud en sus ingresos, el caso más claro es la compra de los Estudiantes Tecos. El dinero ciega a la gente, y suele suceder que cuando tus proyectos crecen aceleradamente pierdes de vista lo que originalmente buscabas. ¿Quién nos puede garantizar que las metas de Grupo Pachuca son las mismas que hace unos años? De aquellos días en los que los Tuzos y el Club León no tenían nada que ver; aquellos tiempos en los que líderes en la cancha sobraban, seleccionados había y títulos se conquistaban.

Los hombres de pantalón largo podrán dormir tranquilos por un tiempo más, saben que la venta de Héctor Herrera es la más exitosa de sus negociaciones. Pero ojo, eso no será por siempre. La gente pronto comenzará a manifestarse, no con comentarios pesimistas y ridículos en las redes sociales, esos nadie los lee. Cuando comenzará a pesar la hinchada furiosa será cuando dejen de ir a los partidos, cuando dejen de comprar los productos, cuando dejen de llenarle los bolsillos a gente que, al parecer, le empieza a quedar grande la camiseta de nuestro equipo.

Regresando a lo que sí podemos ver, creo que el plantel vive una crisis emocional en primer término. Dicen que nada en esta vida es de a gratis, y si piensas mal te ocurren cosas malas. En estos momentos más de la mitad de la plantilla se encuentra marginada, ya sea por lesiones o porque no atraviesan su mejor momento futbolístico.

Se me hace inconcebible que Duvier Riascos falle remates a un metro de la línea de gol, con la fortuna para él de encontrarse en posición adelantada. Claro, ya metió el gol del orgullo, pero ¿en verdad es capaz de eso únicamente? Cavenaghi anotó en su debut como futbolista y como tuzo, y con una diana se encuentra en una zona de confort. Ludueña, el responsable de echarse al equipo al hombro, sigue sin despegar de la sombra de ese insólito gol ante Tigres.

La promesa, el hombre que en verdad siente la camiseta, el que cada partido es factor y figura, ese que llega a tu mente mientras lees estos adjetivos que lo describen a la perfección. Su nombre es Miguel Ángel Herrera Equihua, tiene 24 años y surgió de Titanes de Tulancingo. El hombre que tuvo que pelear por su puesto es el que hoy da la cara por su equipo. Quizás eso es lo que debería de suceder con varios futbolistas que llegan inflados, ponerlos a competir por el lugar en el once inicial para asegurarse de que jugarán para el equipo con inteligencia y entrega.