Por Roberto Pichardo
En enero de 2013 muchos pensábamos “este año la reconquista
es nuestra”. No fue así. Es noviembre y el año después del apocalipsis maya se
ha terminado para los Tuzos del Pachuca. Recibirán a Querétaro en la última
jornada como partido de trámite en donde los nuestros no se juegan más que la
dignidad (o lo que queda de ella). Después de eso, vacaciones. Algunos podrán
descansar tranquilamente con sus familias tras haber sudado la camiseta cada
minuto que pisaron el terreno de juego con la camiseta blanquiazul encima.
Claro, no es el caso de gente como Daniel Ludueña, Duvier Riascos y Fernando
Cavenaghi, este último a sabiendas de que encabezará la lista de jugadores que
buscarán continuar su carrera en nuevos horizontes.
Y son esa clase de rumores y adelantos oficiales los que
comienzan a generar la expectativa en la hinchada tuza. ¿Acaso se renovará la
plantilla por enésima vez? Y de ser así, ¿servirá de algo? Andrés Fassi nos
rompió silencio al declarar que Pachuca mantendrá el 90% de su plantilla, además
de que asegura habrá más bajas que altas. Por lo tanto, podemos esperar una
exagerada cantidad de movimientos en torno al equipo centenario, tanto por
gente nueva como por los que se van. Lamentablemente, el vicepresidente Tuzo ha
perdido credibilidad en sus palabras con el pasar de los años, así que se
especula que sucederá justo lo contrario a lo que dice.
En fin, pese a lo que adelantó el directivo, lo cierto es
que hay cambios que, además de parecer inminentes, son necesarios. En el caso
de Cavenaghi se habla de que el jugador nunca se sintió a gusto en la capital
hidalguense, más allá de la institución de la que, hasta el día de hoy, forma
parte. Hay incluso rumores de que el argentino ha comenzado la mudanza de sus
pertenencias, a una escasa semana de romper filas con su club.
También podemos destacar el curioso caso de Duvier Riascos.
Durante la semana el colombiano expresó su deseo de permanecer como el “23”
Tuzo, justo cuando muchos, incluyendo a un servidor, pensáramos que tampoco
había hallado su destino en Pachuca. Riascos ha tenido una temporada infame,
eso hay que decirlo. Sin embargo, también habrá que reconocer que ha ido a la
alza en su rendimiento, por escasa que sea dicha mejoría. Eso sí, a años luz de
ser lo que le recordamos como Xoloitzcuintle.
Incluso se habla de la salida inminente de Ludueña. El que a
inicio del torneo fuera capitán de nuestro equipo no terminó de despegar en un
año de estancia en la Bella Airosa. El “Hachita” quedó a deber
considerablemente, sin mencionar que hace tiempo que Pachuca no tiene un “10”
estable y creativo. A pesar de que siempre mostró compostura y dio la cara por
el equipo en malos momentos, su buena actitud no se vio reflejada en la cancha,
y por esto, su segunda oportunidad como Tuzo fue un fracaso.
Esperamos varios movimientos interesantes para el final del
torneo, pero primero habrá que dejar que éste termine. Pachuca se verá las
caras con Querétaro con la oportunidad de arruinarle la fiesta, tal como hizo
con Puebla. ¿Podrán los Tuzos terminar el torneo con dignidad, por su gente?
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