Por Roberto Pichardo
Estadio Miguel Hidalgo. Inaugurado el 14 de febrero de 1993,
como el nuevo hogar de mi gran amor: los Tuzos del Pachuca. En aquél entonces,
el ‘Equipo de México’ cambiaba de madriguera, y con ello, cambiaban las expectativas
y sueños de cuerpo técnico, directiva, jugadores y aficionados. Pachuca le
declaraba sus intenciones a todo México: “Somos un equipo grande”.
Y es que como equipo grande se requiere un hogar grande. El
antiguo Estadio Revolución ya no era suficiente para la cantidad de personas
que iban a apoyar al equipo de casa, se necesitaba algo más grande y poderoso,
algo que llamara la atención del país y pusiera a temblar al equipo visitante.
Y así, en medio de alegrías y sueños, nace el Estadio de nombre Hidalgo y apodo
‘Huracán’.
¿Y por qué llamarlo ‘Huracán’? ¿Por qué apodar así al
inmueble que da nombre a esta sección? Quizá sea por su magnitud, por sus
instalaciones primermundistas, por su ingeniosa estructura o simplemente por la
distribución de las tribunas. Yo prefiero creer que es por su gente. ¿Qué sería
del estadio sin las personas que van cada vez que el Tuzo va a jugar? ¿Cómo
serían los partidos en el Hidalgo sin la Barra, las porras, los aplausos, los
gritos, las risas, las lágrimas y los cantos de 30 mil personas que se visten
de azul y blanco, y corren a buscar un buen asiento para ver a su equipo
crecer?
Hay quienes van desde aquel partido contra Pumas en el que
arrancó esta historia que festeja su vigésimo aniversario, otros vamos desde
hace apenas un par de años. Lo importante es que ahí estamos, en el ojo del
huracán, saltando y cantando de alegría porque nuestro equipo juega una vez
más.
Cuando el tuzo juega la ciudad se paraliza y todos corren
hacia “Los Jales”. Las calles principales se ven poco transitadas y los
televisores de los restaurantes y tiendas se sintonizan en el mismo canal. Cuando
es sábado a las 7 de la tarde y Pachuca juega al futbol la ciudad cambia. Todos
están al pendiente de lo que haga el equipo que cosechó la gloria del césped
del nuevo estadio.
Hace 20 años comenzó esta historia, una nueva historia sobre
el Club de Futbol Pachuca. Un equipo que consiguió la gloria, el triunfo, el
respeto y el cariño que tanto se anheló en el viejo inmueble. Todas las
alegrías y emociones que se han vivido al momento no son nada comparadas con
todas las que nos queda vivir.
¡Feliz cumpleaños Estadio Hidalgo, hogar de los
triunfadores!
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