domingo, 9 de febrero de 2014

Debut soñado / Juveniles enrrachados


Por Roberto Pichardo

Minuto 88. Pachuca y América no se han hecho daño. Algunos aficionados comienzan a abandonar el coloso de Santa Úrsula para evitar el inminente tráfico. Cuando todo parecería indicar que ambas escuadras repartirían puntos en la jornada seis, un joven de dieciocho años llegó a cambiar las cosas. Hirving Lozano, primer nombre Rodrigo, le dicen ‘Chucky’, espantó a Moisés Muñoz, quien se quedó adherido al pasto con una serie de amagues del juvenil desde media cancha y una falta del otro lado del área. Gol.

Lozano, con menos de diez minutos de experiencia en el máximo circuito, silenció al monstruoso Estadio Azteca, y al mismo tiempo detonó miles de hogares, bares y restaurantes de la Bella Airosa que se consumieron en un mismo grito, un alarido de sufrimiento que quedó liberado. Ahora, sólo hay paz. Pachuca gana por la mínima diferencia a domicilio al sub campeón y Enrique Meza respira de alivio. Mientras, Hirving corre desenfrenadamente sujetando su camiseta con ambos puños, sin saber qué hacer. Parecería incluso que ni tiempo le dio para planear el festejo de su primera anotación como futbolista profesional, y en el mejor cuadro posible, rompe en llanto junto a sus compañeros que lo abrazan y felicitan con fervor. ¡Qué hermoso es el futbol cuando nos regala esas postales!

Termina el partido y en Pachuca todo es alegría. Algo tiene de especial ganarle al América, no sé qué sea, sólo espero que nos odien más. Ya hace más de veinticuatro horas de aquél triunfo y aún no me cabe en la cabeza. Me deleito con la acción una y otra vez y la misma sonrisa se sigue dibujando en mis labios. Es extraño, pero cuando un juvenil es pieza clave de mi equipo me da una satisfacción especial, única.

Y es que el día de ayer tuvimos un auténtico festín de cantera. Ver a Miguel Herrera Equihua convertirse en el zaguero de mejores números en México, a Jürgen Damm desbordar y quebrarle la columna a los rivales, a Pizarro arrancando con velocidad por la banda, a De Buen y Villalpando creando las jugad
as y ahora a Lozano anotar en su debut nos deja con una excelsa imagen del Tuzo, misma que llega a demostrar que la contundente victoria ante León no fue un espejismo y que este equipo promete cosas grandes.

En fin, los nuestros comienzan a formar una identidad. La actitud y la garra de los jóvenes, en contraste con la experiencia y exactitud de los no tan jóvenes nos dan como resultado un cuadro basto en intereses y habilidades, pero con una meta colectiva en común: la cima.

#PachucaCreoEnTi


1 comentario:

  1. DE TUZO A TUZO: BIEN POR SU ESCRITO. YO CAMBIARÍA "BASTO" POR "VASTO", EN EL PENÚLTIMO RENGLÓN, PORQUE LA PRIMERA SIGNIFICA GROSERO, TOSCO, SIN PULIMIENTO. SALUDOS.

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