Por Roberto Pichardo
Las palabras de Gabriel Caballero el pasado jueves se han
quedado muy grabadas en mi cabeza: “El equipo quiere ganar y ser protagonista”.
¿Acaso hay frase mejor para motivar a toda una hinchada que espera ver la
gloria de regreso en ‘La Bella Airosa’?
Bien sabíamos todos que con la llegada del ‘Eterno’ al banquillo
las cosas cambiarían, ya habría una verdadera razón para jugar. Ahora el balón
rueda en pro de los tuzos porque todo aquel que ha llegado, que ha permanecido
o que ha debutado con Pachuca para el Clausura 2013 quiere crecer, quiere
brillar, y sobre todo, quiere poner en alto los colores que defiende. Así es,
paso a paso.
Uno de los ejemplos más claros es el de Ángel Reyna. El
jugador tiene un gusto por jugar con Pachuca que se hace notorio desde que toca
su primer balón. Al salir del entrenamiento, a pesar de que va corriendo al
médico, se va riendo felizmente y ofrece breves pero sinceras disculpas a la
prensa que aguardaba para abordarlo. En fin, él mismo ha dicho que quiere
vestir el dorsal número 11 del equipo hidalguense por un buen rato, y yo no
dudo que las circunstancias se presenten y Reyna se quede.
Con Fernando Navarro aprendí que persona que se planta en la
Universidad del Futbol persona que se deja maravillar por las innovadoras
instalaciones. Hay un antecedente bastante extenso de jugadores que llegan a
Pachuca y se quedan perplejos al ver que llegaron al centro deportivo más
novedoso de los clubes mexicanos. ¿Así cómo no se entrena a gusto?
Estoy seguro también de que no soy el único aficionado de
Pachuca que siente una enorme alegría al ver a su equipo festejar como lo que
es, un equipo. Cae el gol y todos corren a abrazarse y soltar una que otra ‘coreografía’,
y está bien, porque saben y sabemos nosotros que todo está en calma y paz en el
vestidor. ¡Que orgullo como fanático!
A mi parecer, Caballero era el eslabón perdido en la cadena
de alegría tuza. Ahora, todos recuerdan a Calero, Cacho, ‘Chaco’, Damian, Aquivaldo,
Correa, Caballero y Chitiva. Los líderes del ayer son la inspiración de hoy
para las leyendas del mañana. Reyna, Hachita, Cota, Carreño, Herrera,
Hernández, ¿quién dice que no pueden ser las próximas estrellas en el equipo
Pachuca? Ahora que todos están con esas ganas de trascender en conjunto e
individualmente podemos estar tranquilos, ya que, hoy por hoy, Pachuca es un
equipo, una familia, un sentimiento. No solo para mí y para ti, sino para
ellos, los que gritan ‘gol’ más fuerte que nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario