lunes, 3 de diciembre de 2012

El Cóndor siempre en el cielo.


Por Roberto Pichardo en memoria de Miguel Calero


Si pudiera volver a nacer me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería, a h**vo, los colores de Pachuca” – Miguel Calero.


Hay quienes dicen que la muerte no es más que terminar un ciclo para comenzar otro. Yo soy de las personas que creen en ello, cuando me siento a pensar las cosas y asimilar lo ocurrido.

Hoy escribo con lágrimas en los ojos, la noticia salió a la luz hace poco más de una hora y a mí apenas me cae el veinte. Es como si se entrara a una habitación en donde mi llanto hace eco. Algo falta.

Nos despedimos de la manera más respetuosa y afectuosa de un grande entre los grandes, uno de los mejores extranjeros que ha pisado esta tierra semiárida y que vio crecer a esta ciudad. Pachuca cambió para siempre hace doce años cuando en sus filas se alistó un nuevo portero, de origen colombiano, de nombre Miguel y apellido Calero.

Si, Miguel Calero, el que metió un gol con gorra y empató el partido contra Jaguares; el que le detuvo el penal a Landon Donovan; el que levantó 10 copas en nombre del Club Pachuca; el que yo quise ser cuando era niño; y si, Miguel Calero, el que cuidará de hoy en adelante al equipo de sus amores: Los Tuzos.

Miguel, hoy decidiste partir. Nadie tuvo la última palabra, solo tú. Tal ves no halla sido la decisión que nos alegró a todos, pero nos das una nueva esperanza. Hoy te vas al inframundo desde donde nos mirarás a todos corear tu nombre, semana tras semana, partido tras partido. Te alegrarás de saber que aquí ganaste todo, trofeos, medallas, el mote de ‘capitán’, y más que nada: mi corazón.

Hasta pronto te digo hermano terrenal, la mejor de mis energías es tuya para llegar a la serenidad. Consigue la paz que tanto mereces, y sobre todo, asientos de primera fila para ver como por siempre en Pachuca eres recordado.

Calero, tu regresarás, así lo haz prometido el día que colgaste los guantes en la vitrina de los triunfadores. Yo te estaré esperando aquí, coreando tu nombre.

Mi ídolo con gorra, eres el elegido para hacerle compañía a Pablo Hernán como los guardianes celestiales de la camiseta blanquiazul, y más que un ángel, un cóndor.
¡Gracias Miguel Ángel Calero!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario