domingo, 29 de diciembre de 2013

Futuro inmediato


Por Roberto Pichardo

Probablemente no podemos decir que “ya empezamos mal” después de haber fracasado en el cuadrangular previo al arranque de la Liga, puesto que no es un inicio, sino la prueba final de un nuevo grupo que se embarcará, en una semana, en un torneo que no pinta nada fácil si se juega con el mediocre futbol mostrado en los encuentros contra Puebla y Estudiantes.

Primero que nada, he de decir que el mayor error cometido por el profesor Enrique Meza fue minimizar a un rival. Así se juegue contra la filial sub-15, lo ideal será siempre arrancar con el mejor cuadro posible, y estoy seguro de que lo que el “Ojitos” mostró como once inicial ante Tecos está muy lejos de ser la mejor alineación posible. Eso sí, habrá que entender si el profe tuvo otra perspectiva de los hechos, lo cual puede interpretarse como una natural y completamente sana rotación plantilla en pretemporada. Finalmente, hay que probar todas las armas antes de entrar a la guerra.

En este par de encuentros amistosos Pachuca fue derrotado con una bala perdida, o quizá dos, que no pudieron acabar con el cotejo en su muerte súbita. Ni hablar, una derrota en penales se perdona, pero ojo, Puebla fue el único equipo que tuvo más movimientos de plantilla que los Tuzos. En el segundo encuentro, en el intento por rescatar la dignidad frente a su gente, el nuevo hermano menor hizo de las suyas en la reunión familiar. Inocente palomita que te dejaste derrotar…

Lo angustiante para mí no es un par de derrotas en manos de equipos cuyo presente no es el más cómodo, sino la razón por la que dichas ocurrieron. Bien dicen que la mejor defensa es el ataque, y el mejor ataque, obviamente, es el ataque mismo. Si de algo ha adolecido este equipo desde hace ya varios torneos es de contundencia y agresividad al frente. En dos años naturales, se han anotado tan solo 79 goles en 68 encuentros de Liga Mx, lo que significa que Pachuca rompe la meta contraria 1.16 veces por partido.

Esto se debe principalmente a la mala planeación ofensiva que se ha propuesto en los últimos cuatro partidos. Hace ya unos ayeres que el conjunto blanquiazul no tiene un rompe redes nato, como ya he comentado en bastantes ocasiones. Además, una serie de eventos se han conjugado en contra del equipo, como ha sido la ausencia de “segundas oportunidades” a quien las merece, así como se le ha brindado a quien no responde de igual forma.

Otra de las razones es el agudo ir y venir de jugadores. Enrique Esqueda es el jugador que más tiempo ha militado en Pachuca (sin contar a Rodolfo Cota y a Marco Pérez), lo hace desde 2010. El resto de la plantilla no tiene ni siquiera tres años vistiendo la camiseta del equipo centenario. Desde la partida de Leobardo López y el retiro de Miguel Calero (Q.E.P.D.),  los hidalguenses no han vuelto a tener una figura, un líder, un ídolo, un referente en la cancha. Se dice fácil adaptarse a un estilo de juego con gente desconocida, y más si los entrenadores también han ido y venido, pero señores, toda orquesta requiere de un director, y de los once hombres plantados en el campo no hay uno solo que tome la batuta.

Contundencia es la palabra clave de Pachuca en el futuro inmediato. De esta cualidad depende el torneo a jugarse en la segunda mitad del año futbolístico. No la han tenido, no la tienen, pero, ¿la tendrán?
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario